El Partido Popular pide una solución para el cableado de las fachadas

Desde el Grupo Municipal del Partido Popular de Gijón ven con creciente preocupación el deterioro en la estética urbana de la ciudad por la proliferación de cableado en las fachadas de muchos inmuebles.

"Ya no es sólo que la imagen exterior de muchos de ellos haya sido notablemente desfigurada por auténticos manojos de líneas eléctricas y telefónicas, sino que este tipo de cableado al aire libre supone un peligro potencial para sus residentes y para el conjunto de los viandantes", señalan desde la formación popular.

En la actualidad vivimos una nueva eclosión de tendidos, que se vienen a sumar a los ya instalados con anterioridad, debido al despliegue que se viene realizando para la implantación de la fibra óptica en numerosas viviendas del casco urbano.

Desde el PP local consideran que "se puede cumplir el objetivo contemplado por la Ley General de Telecomunicaciones de 2014, que no es otro que garantizar que los ciudadanos puedan acceder a una oferta plural de redes y servicios y garantizar la libre competencia de los operadores, sin que ello signifique que las empresas instaladoras cuenten con una verdadera “patente de corso” para hacer y deshacer a su conveniencia, sin contar con el concurso de las comunidades de propietarios afectadas y sin que se vean sujetas a normativa municipal que garantice el respeto de las más elementales condiciones de ornato y estética".

Los Populares creen que la Concejalía de Urbanismo tiene "margen legal suficiente" para establecer mecanismos de control y protección del ornato de las edificaciones y de la seguridad de sus residentes, "especialmente en aquellos casos en que se constante situaciones de abuso o mala praxis por parte de los operadores".

Por todo ello, han presentado un ruego, en el pleno municipal que se celebrará el próximo día 11 de octubre, para que desde el gobierno local y en el marco de las competencias municipales, se estudie la posibilidad de abordar una intervención global encaminada a liberar el espacio público de este tipo de instalaciones, en aquellos casos en que técnica y económicamente sea posible, y siempre de manera progresiva, mediante actuaciones encaminadas a su soterramiento o mimetización que den solución al problema.