El concejal de Ciudadanos, Rubén Pérez Carcedo, tras haberse reunido esta mañana con el presidente de OTEA Asturias, José Luis Álvarez Almeida, y OTEA Gijón, Ángel Lorenzo, ha reclamado al gobierno que escuche las demandas del sector y que no desista de cambiar algunos aspectos de la ordenanza de terrazas en lo que queda del mandato, o al menos flexibilice la interpretación que se hace de la misma. Todo ello en aras de facilitar que las terrazas puedan adaptarse a las nuevas demandas sociales provocadas por el COVID y apoyar con ello al sector hostelero.

“No compartimos la decisión del gobierno de no modificar la actual ordenanza de terrazas, ya que pensamos que va en contra de los intereses de la ciudad al dificultar la recuperación de uno de los sectores más castigados por la crisis económica y que además supone una muestra más de la falta de sensibilidad del gobierno con la hostelería local”, explicó Pérez Carcedo.

Por ello, si el gobierno no cambia de parecer anunció que no descarta que desde Ciudadanos se tramite como una proposición normativa algunos de los cambios demandados por el sector, para posibilitar que se materialicen durante lo que queda del mandato, y sortear así la dejadez del gobierno municipal en la materia.

Concretamente, se refirió a aspectos que no deberían resultar polémicos, al no afectar ni al descanso ni a la movilidad peatonal. Como por ejemplo, permitir la música o actuaciones en directo durante el día, modificar la fórmula de pago, para que pueda pagarse por períodos menores que los trimestres actuales, o la posibilidad de permitir elementos que faciliten su climatización “ante las fuertes restricciones que esta materia ofrece la ordenanza actual”.

Mientras tanto, urgió a flexibilizar la interpretación tan restrictiva que a su juicio se hace de la ordenanza actual y que está causando malestar en muchos hosteleros locales. Así, puso como por ejemplo en el caso de las terrazas instaladas en plazas o algunos paseos a las que se le impide la instalación de mamparas u otros elementos de climatización por una interpretación de los técnicos municipales y no porque esté taxativamente prohibido en la propia ordenanza.

Por último señaló la conveniencia de no quedarse en modificar la ordenanza actual, sino en ir trabajando conjuntamente con el sector, los vecinos y los diferentes grupos municipales en una nueva ordenanza que apueste por un nuevo concepto de terrazas de hostelería, más acorde a los tiempos y de mayor calidad, y que posibilite adaptarlas a las diferentes zonas y casuísticas de la ciudad.