Ciudadanos urge la puesta en marcha el Consejo Municipal de Protección Animal para diseñar acciones contra la proliferación de cebos envenenados

El portavoz del Grupo Municipal de Ciudadanos, José Carlos Fernández Sarasola, urgirá mañana en la Comisión de Seguridad Ciudadana la puesta en marcha del Consejo Municipal de Protección Animal que fue aprobado por el Pleno y a propuesta de su grupo el pasado mes de febrero.

“Urge la puesta en marcha de este Consejo para diseñar junto a las entidades que trabajan por el bienestar y la defensa de los animales acciones efectivas encaminadas a luchar contra el maltrato animal, especialmente para poner coto a la proliferación de cebos envenenados o con clavos en diversas zonas verdes de la ciudad”, afirmó Fernández Sarasola.

Para Ciudadanos este Consejo, como órgano de asesoramiento y apoyo a la actividad y políticas municipales vinculadas con el bienestar y la protección animal, sería el marco idóneo para abordar este problema que cada vez preocupa más a los gijoneses.

“Además de para la lucha contra el maltrato animal este órgano, que ya existe y funciona con éxito en numerosas ciudades españolas, contribuiría a hacer de Gijón una ciudad más amable con los animales, a aportar soluciones para mejorar la convivencia con ellos y para garantizar un trato adecuado de los abandonados y depositados en el Albergue Municipal, evitando así polémicas del pasado”, añadió.

Por último, y en relación al problema de la presencia de cebos envenados volvió a insistir en la idea de que la unidad ambiental de la Policía Local de Gijón se encargue también de la defensa del bienestar animal y en la posibilidad entrenar alguna de las unidades caninas, o adquirir una nueva, para la detección de estos cebos envenados, algo que ya se hace por ejemplo en Zaragoza.

“Dos medidas concretas que ya hemos planteado anteriormente en la Comisión de Seguridad Ciudadana y demandado en muchas ocasiones pero sin demasiado éxito, habrá que seguir insistiendo. No olvidemos que estos cebos no son sólo un peligro para los animales, también para los niños que pueden ingerir alguno accidetalmente”, concluyó.